Durante décadas hemos considerado que los microorganismos que nos colonizan son una fuente permanente de problemas, por múltiples razones. Los nuevos estilos de vida han provocado el abandono de determinados hábitos saludables de alimentación.
Es en este contexto donde han surgido los alimentos funcionales como aquellos que proveen beneficios a la salud.[1] Actualmente se da gran importancia a la utilización de los alimentos funcionales para corregir las posibles “disfunciones o alteraciones de la microbiota intestinal, mediante la utilización de agentes bioterapéuticos (prebióticos, y probióticos)”[2], que han sido catalogados como productos nutracéuticos; es decir, de origen natural, beneficiosos para la salud, con propiedades biológicas activas y capacidad preventiva y/o terapéutica definida.
Los probióticos los define la Organización Mundial de Gastroenterología por sus siglas en inglés (WGO) como “Microorganismos vivos que confieren un beneficio a la salud del huésped cuando se los administra en cantidades adecuadas”[3]. en cuanto a sus características es que son microorganismos vivos que pueden agregarse a la fórmula de diversos tipos de productos, incluyendo alimentos, medicamentos y algunos suplementos dietéticos. Los podemos encontrar en diferentes especies de bacterias, pero las que más destacan para su uso y consumo son Lactobacillus y Bifidobacterium que son las usadas como probióticos, pero la levadura Saccharomyces cerevisiae y algunas especies de E. coli y Bacillus también son utilizadas como probióticos[4]. A estos se les distingue por ser ácido lácticas, entre las que se incluye la especie Lactobacillus que ha sido utilizada para la conservación de alimentos por fermentación durante miles de años. Incluso pueden tener una doble función, actuando como agentes para la fermentación de alimentos y además potencialmente confiriendo beneficios a la salud intestinal.
Los probióticos han demostrado contribuir a ciertos beneficios a la salud se han utilizado en gran número de enfermedades tanto pediátricas como en el adulto, principalmente en problemas gastrointestinales como la diarrea infecciosa, el sobrecrecimiento bacteriano y más recientemente en procesos inflamatorios crónicos como la enfermedad inflamatoria intestinal o en trastornos funcionales como el síndrome del intestino irritable, el cólico del lactante o el estreñimiento[5]. También se ha valorado su efecto beneficioso en alteraciones inmunológicas como la dermatitis atópica, en la prevención y tratamiento de la alergia alimentaria y en los últimos años en la infección por H. pylori. No olvidando que estos tienen un efecto favorable sobre la salud mental denominado ahora como los psicobióticos y por lo tanto son de gran importancia en las enfermedades del sistema nervioso central relacionadas con la alteración de los mismos, en la modulación de la respuesta emocional, memoria, aprendizaje y comportamiento.[6]
Su fermentación sobre los alimentos ofrece perfiles de sabor característicos y reduce el pH lo que impide la contaminación con posibles patógenos y se aplica en todo el mundo para la preservación de una serie de productos agrícolas sin procesar como los cereales, raíces, tubérculos, frutas y hortalizas, leche, carne, pescado, etc. Ahora bien, los alimentos que están elaborados a base de la fermentación de los microorganismos que como resultado nos brindan probióticos son los yogures, el kéfir, quesos maduros, algunos encurtidos, y en bajas cantidades en el chocolate.
El concepto de prebiótico lo define la WGO como aquellos “Ingredientes fermentados selectivamente que dan lugar a cambios específicos en la composición y/o actividad de la flora gastrointestinal, confiriendo así beneficios a la salud del huésped”.[7] Su principal característica es que contiene fibra soluble es decir la cual no se digiere y se fermenta a nivel intestinal, sin embargo beneficia al huésped que en este caso son los microorganismos presentes en nuestra flora intestinal tales como bacterias, y se llevará a cabo por la estimulación selectiva del crecimiento y/o la actividad de un número limitado de bacterias comensales de la flora intestinal. Su objetivo es doble ya que por un lado, promueven la proliferación de la microbiota intestinal y con ella el antagonismo frente a la colonización por microorganismos foráneos consumidos por medio de diversos alimentos, por otra parte potencializa los efectos positivos asociados al metabolismo de los carbohidratos complejos como los cereales integrales , legumbres y tubérculos[8], Incluso los prebióticos se utilizan como agentes laxantes debido a su capacidad de aumentar el peristaltismo intestinal que es aquel movimiento que se realiza cuando el intestino realiza el proceso de asimilación de diversos componentes provenientes de los alimentos que consumimos en nuestra dieta.
También se le atribuyen ciertos beneficios a la salud como la disminución de triglicéridos y colesterol en sangre en caso de que estos se encuentren elevados, la optimización de los niveles de glucemia y el incremento de la biodisponibilidad de ciertos minerales tales como Calcio, Hierro y Zinc[9]. Para que una sustancia (o grupo de sustancias) pueda ser definida como un prebiótico debe cumplir los requisitos siguientes: ser de origen vegetal, formar parte de un conjunto muy heterogéneo de moléculas complejas, no ser digerida por las enzimas digestivas, ser parcialmente fermentada por las bacterias colónicas. Pero ¿en dónde podemos encontrar alimentos que sean ricos en prebióticos?, como tal existen diversos alimentos como las alcachofas, plátanos, puerro, espárrago, ajo, trigo, avena, cebada, legumbres y papas que son ricos en inulina la cual es una parte que contienen los alimentos mencionados anteriormente el cual tiene un beneficio en nuestro intestino para tener como resultado una buena digestión, también cabe mencionar que los dos últimos contienen rafinosa que es otro tipo de fibra que brinda beneficios como el control de colesterol, cardioprotector y disminución del posible desarrollo de diabetes. Y la estaquiosa que es una parte del componente de la fibra que ayuda a nutrir a las bacterias presentes en el intestino y actúa como protector del sistema inmune.
La evidencia científica nos ha permitido conocer sobre cómo los probióticos y prebióticos son un eje importante sobre la salud intestinal tratando o previniendo ciertas enfermedades que comprometan el bienestar de la salud intestinal y mencionan el rol que juega en la salud psicológica, así mismo nos ha permitido conocer sobre cómo están constituidos nutricionalmente e incluso su contribución para la preservación de los alimentos (evitando que se genere la proliferación de bacterias dañinas hacia el organismo, provenientes de los alimentos que consumimos día a día); de tal forma que es cada vez más evidente la importancia de mantener una dieta saludable la cual incluya alimentos probióticos y prebióticos para obtener resultados favorables en nuestra salud.
PLN Estela Huerta Nolasco
[1] Castañeda C.. ( 2017). Microbiota intestinal, probióticos y prebióticos. [Fecha de consulta : 25 de Agosto de 2021], de Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería . Disponible en:https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6233760.pdf [2] Castañeda C.. ( 2017). Microbiota intestinal, probióticos y prebióticos. [Fecha de consulta : 25 de Agosto de 2021], de Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería . Disponible en:https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6233760.pdf [3]World Gastroenterology Organization (WGO). Probióticos y prebióticos. En: Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología [Fecha de Consulta 25 de Agosto de 2021].. Disponible en: http://www.worldgastroenterology.org/probioticsprebiotics. html [4]Guarner F. Álvarez G. et al. (2021). Microbiota Probióticos Prebióticos. Órgano de expresión de la Sociedad Iberoamericana de Microbiota, Probióticos y Prebióticos, I., 112. [Fecha de consulta 26 de Agosto de 2021]., Disponible en : https://semipyp.es/pdf/anales/vol2_num1.pdf [5]Castañeda C.. ( 2017). Microbiota intestinal, probióticos y prebióticos. [Fecha de consulta : 26 de Agosto de 2021], de Universidad Técnica de Ambato, Carrera de Enfermería . Disponible en:https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6233760.pdf [6]Guarner F. Álvarez G. et al. (2021). Microbiota Probióticos Prebióticos. Órgano de expresión de la Sociedad Iberoamericana de Microbiota, Probióticos y Prebióticos, I., 112. [Fecha de consulta 26 de Agosto de 2021]., Disponible en : https://semipyp.es/pdf/anales/vol2_num1.pdf [7] World Gastroenterology Organization (WGO). Probióticos y prebióticos. En: Guías Mundiales de la Organización Mundial de Gastroenterología [Fecha de Consulta 26 de Agosto de 2021].. Disponible en: http://www.worldgastroenterology.org/probioticsprebiotics. html [8]Hessissen N.. (2016). EFECTOS BENEFICIOSOS DE LOS PREBIÓTICOS EN LA SALUD HUMANA: EVIDENCIA CIENTÍFICA. [ Fecha de consulta 26 de Agosto de 2021], de FACULTAD DE FARMACIA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE Disponible en: https://eprints.ucm.es/id/eprint/49101/1/NADA%20HESSISSEN.pdf [9] Guarner F. Álvarez G. et al. (2021). Microbiota Probióticos Prebióticos. Órgano de expresión de Sociedad Iberoamericana de Microbiota, Probióticos y Prebióticos, I., 112. [Fecha de consulta 26 de Agosto de 2021]., Disponible en : https://semipyp.es/pdf/anales/vol2_num1.pdf
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