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¿Agua con sal para hidratarnos? Mito, realidad y cuándo realmente funciona

  • Foto del escritor: AsocMexDiabetes
    AsocMexDiabetes
  • hace 3 días
  • 3 Min. de lectura

LNG EDC Angélica Macías Guzmán



Cuando pensamos en hidratación, la mayoría de nosotros imaginamos un vaso de agua fresca, no una mezcla salada. Sin embargo, ha ganado mucha popularidad en redes sociales la idea de que añadir sal al agua puede ser más beneficioso que el agua sola, sobre todo en el mundo del fitness. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?, ¿deberíamos cambiar nuestros vasos de agua pura por agua con sal? Sigue leyendo para llegar al meollo del asunto.

 

¿De dónde surge la idea de beber agua con sal?


La práctica de agregar sal al agua no es nueva. Desde la antigüedad, civilizaciones como la egipcia y la romana sabían que después de grandes esfuerzos físicos o enfermedades, recuperar “sales” era necesario. Hoy, el concepto resurge con nombres modernos como “electrolitos” o “suplementos de hidratación”, una bebida de agua saturada en sales minerales, promovida como una herramienta para balancear electrolitos, mejorar la energía y prevenir la deshidratación.


La hidratación no solo depende de agua, también intervienen minerales como sodio, potasio, magnesio y cloro, conocidos como electrolitos. Estos minerales ayudan a:

 

  • Mantener el equilibrio de los líquidos corporales

  • Regular la función muscular y nerviosa

  • Estabilizar la presión arterial

  • Apoyar funciones vitales del corazón y cerebro

 

Cuando sudamos mucho (por ejercicio intenso, calor extremo o fiebre), perdemos tanto agua como electrolitos. Recuperar solo agua podría, en ciertos casos, diluir demasiado la concentración de sodio en sangre, provocando hiponatremia, una condición potencialmente peligrosa. En esos escenarios extremos, agregar sodio (sal) al agua puede ser útil para evitar desequilibrios.

 

Entonces ¿necesitamos agua con sal todo el tiempo?


No necesariamente. Para la gran mayoría de las personas, en su día a día normal, el cuerpo es muy eficiente regulando el equilibrio de líquidos y minerales a través de la alimentación regular. Un adulto sano, con actividad física moderada, temperaturas normales y sin condiciones médicas especiales, se hidrata adecuadamente con agua natural y una dieta balanceada que incluya frutas, verduras, y otros alimentos ricos en vitaminas y minerales.

 

Ingerir agua con sal sin necesidad puede incluso tener efectos negativos:


  • Aumentar la presión arterial

  • Generar retención de líquidos

  • Afectar la salud renal en algunas personas

 

Además, el exceso de sodio es uno de los factores de riesgo principales para enfermedades cardiovasculares.


Hay contextos donde beber agua con sal sí puede ser beneficioso:

 

  1. Deportes de resistencia: Corredores de maratón, triatletas o personas que realizan ejercicio intenso durante más de 1–2 horas pueden beneficiarse de bebidas con electrolitos

  2. Ambientes extremos: Personas que trabajan o hacen actividades físicas intensas en climas muy calurosos, donde se pierde mucho sudor.

  3. Condiciones médicas específicas: En ciertos casos médicos (como diarrea intensa, vómitos o enfermedades que causan pérdida de electrolitos), los médicos pueden recomendar soluciones de rehidratación oral, que contienen una proporción controlada de minerales.

 

En todos estos casos, lo ideal es usar soluciones balanceadas o suplementos diseñados específicamente, no simplemente agregar la sal que tenemos en la cocina al agua sin controlar las proporciones.

 

¿Qué tipo de sal se usa?


Hay quienes promueven el uso de sal marina sin refinar o sal del Himalaya para “agregar minerales adicionales”. Sin embargo, en la práctica, la diferencia es mínima en términos de hidratación. Lo realmente importante es la cantidad de sodio, no tanto el tipo de sal.

 

Como conclusión, la hidratación ideal para la mayoría de las personas es el agua pura combinada con una alimentación equilibrada. Agregar sal al agua no es necesario en condiciones normales y podría ser contraproducente si se hace sin supervisión o necesidad real. En situaciones especiales como deporte intenso, calor extremo o enfermedades que causen pérdida de líquidos y electrolitos, las bebidas de rehidratación o soluciones específicas, recomendadas por profesionales de la salud, son una mejor alternativa que improvisar con agua y sal casera.

 

Escucha a tu cuerpo, mantente bien alimentado, bebe suficiente agua, y consulta a un profesional si tienes dudas específicas de hidratación. Recuerda que no todo lo que es tendencia es automáticamente bueno para todos.

 

Bibliografía

 

  1. American Heart Association. (2024). Staying Hydrated, Staying Healthy. Disponible en: https://www.heart.org/en/healthy-living/fitness/fitness-basics/staying-hydrated-staying-healthy

  2. National Academies of Sciences, Engineering, and Medicine. (2005). Dietary Reference Intakes for Water, Potassium, Sodium, Chloride, and Sulfate. Washington, DC: The National Academies Press.https://doi.org/10.17226/10925

  3. Sawka, M.N., Burke, L.M., Eichner, E.R., Maughan, R.J., Montain, S.J., & Stachenfeld, N.S. (2007). Exercise and fluid replacement. American College of Sports Medicine Position Stand.https://doi.org/10.1249/mss.0b013e31802ca597

  4. British Heart Foundation. (s/f). Hydration and Exercise. Disponible en: https://www.bhf.org.uk/how-you-can-help/events/nutrition-for-sporting-events/hydration-and-exercise

 

 

 
 
 

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