¿Puedo hacer ejercicio si tengo dolor en las rodillas y/o piernas?
Hay que mencionar que las patologías más frecuentes de la rodilla están dentro de los principales efectos que se pueden dar a partir del sobrepeso y la obesidad
¿Por qué? Los posibles compromisos en propiedades musculares de flexibilidad y resistencia que facilitan las alteraciones posturales, comprometen la estabilidad del sistema musculoesquelético, su adecuada función, la eficiencia y eficacia del desempeño físico.
En personas con cierto sobrepeso las articulaciones que van a tener un daño por efecto de la gravedad son las del tren inferior del cuerpo, éstas son las vértebras lumbares y pelvis, caderas, rodillas y las articulaciones del pie.
Estas articulaciones de los miembros inferiores son las que amortiguan el peso de nuestro cuerpo, y muchas veces puede llegar a deformarse cuando tienen que soportar una fuerza mayor.
Generalmente la articulación que más problemas suele dar es la articulación de la rodilla. Una persona con obesidad tendrá más predisposición a una artrosis de rodilla y por consiguiente a dolores crónicos.
Se ha encontrado que existe una relación directa entre el dolor y la obesidad y que al reducir de peso corporal el dolor disminuye, siendo más notorio en los casos de dolor lumbar y de rodillas debido a la constante sobrecarga a la que se encontraban sometidas estas estructuras mientras que la persona mantenía un sobrepeso u obesidad.
En muchos casos, la relación entre dolor de rodilla y obesidad culmina con el desarrollo de osteoartritis o artritis degenerativa. Esta condición se origina cuando el cartílago de la rodilla que facilita el movimiento se desgasta. Los primeros síntomas se detectan tras llevar a cabo actividades físicas de alta intensidad. Con el tiempo, las rodillas pueden doler más a menudo, o sentir rigidez después de levantarse de la cama o tras estar sentado durante un tiempo. Las rodillas también pueden hincharse y crepitar mientras se camina.
El sobrepeso no es un buen compañero para la artrosis. De hecho, son factores que se perjudican mutuamente lo que provoca un mayor desgaste en las articulaciones y reduce la movilidad, lo cual a su vez favorece el sedentarismo y el aumento de peso.
Ejercicios para iniciar
En esta situación es necesario perder peso. Sin embargo, no cualquier tipo de ejercicio es válido para quemar calorías y al mismo tiempo proteger las articulaciones.
Cuando una persona tiene un alto índice de masa corporal y quiere empezar a estar en forma, es mejor NO comenzar con ejercicios de alto impacto. Esto es básico para no dañar las articulaciones.
Los ejercicios de alto impacto son aquellos en los que tenemos que levantar los dos pies del suelo. Por consiguiente, aumentará la fuerza que tienen que soportar las articulaciones de amortiguación de los miembros inferiores. Los ejercicios de alto impacto más comunes son saltar y correr (incluidos los deportes en los que entran estas dos actividades).Es cierto que normalmente los ejercicios de alto impacto tienen mayor gasto calórico, pero también aumentan el riesgo de producir lesiones osteoarticulares y musculo tendinosas.
Los ejercicios de bajo impacto siempre habrá al menos uno de los dos pies en contacto con el suelo. Son los más recomendados para personas que no quieren que sus articulaciones sufran la fuerza de compresión.
¡Sí se puede hacer ejercicio!
Los ejercicios más recomendados son la natación (flotar reduce el impacto en la rodilla) y la marcha a ritmos moderados (caminar o pasear); también ir en bicicleta y ejercicios de fortalecimiento de los músculos. Se desaconseja cualquier deporte de contacto, de alto impacto o que requiera dar saltos continuados, como sucede en la práctica del fútbol, baloncesto, tenis o squash, entre otros.
En este sentido, el ejercicio físico continuado y moderado contribuye a la estabilización del peso corporal y favorece la pérdida ponderal debido a los efectos que genera: quemar calorías, contrarresta enfermedades asociadas a la obesidad, ayuda a controlar el apetito, preserva la musculatura corporal, incrementa y acelera la tasa metabólica. De hecho, el ejercicio es uno de los factores que mejor predice que el peso perdido durante un tratamiento de reducción se mantenga durante largos periodos de tiempo y así mismo disminuya el impacto y desgaste de las articulaciones mejorando la calidad de vida de la persona en su vida diaria.
Elaborado por PLE Ana Karen Sil Lima
Bibliografía
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-1-10-20180406.pdf
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